Los nodos representan tradicionalmente «de dónde venimos y hacia dónde vamos». Teniendo en cuenta que de dónde venimos está escrito en nuestro ADN, podemos deducir que «hacia dónde vamos» tiene que ver con la expansión de nuestro ADN, desarrollar algo que no es parte de nuestra herencia. Es por eso que es tan complicado desarrollar las cualidades de nuestro nodo norte. Es como mutar uestro ADN para crear una evolución en nuestro árbol genealógico.

El signo en donde se encuentra nuestro nodo norte nos cuenta cúales son las cualidades a desarrollar. La casa en donde se encuentra nos dirá en dónde.

Desarrollar nuestro nodo norte es poner en actividad el conjunto de nuestra carta natal hacia un fin determinado. Es una trabajo «difícil» porque se trata de ir hacia lo que no conocemos, lo que no viene naturalmente, lo que necesita esfuerzo, trabajo consciente. Pero al mismo tiempo es «fácil» porque es lo que nos enciende el corazón.

Posiblemente la claridad sobre nuestra meta vital aparecerá en la segunda parte de la vida, una vez que ya tenemos suficiente información recopilada a través de todas nuestras experiencias.

Nuestro nodo sur nos muestra las cualidades y capacidades que vienen incluidas en nuestro ADN. Allí está el resultado del trabajo de nuestros ancestros. El nodo sur nos muestra lo que nuestra alma valora de la línea familiar en la que ha decidido nacer. Y el nodo norte, aquellas cosas que quiere desarrollar para su propia expansión. A su vez, esta expansión beneficia al árbol genealógico completo, añadiendo una nueva cualidad que será parte de la herencia de las generaciones posteriores de nuestro árbol genealógico, sean nuestros propios hijos, sobrinos o parientes más lejanos. O incluso generaciones posteriores.

En fin, ponerse a trabajar con nuestro nodo norte no solo nos beneficia a nosotros mismos sino que estamos dejando un legado para nuestra posteridad.