LA RUEDA ZODIACAL

La rueda zodiacal es una secuencia de doce patrones básicos que organizan cómo se expresa la vida. No cuenta una historia ni marca un camino. Es más bien un sistema cíclico, donde cada signo muestra una forma distinta en que la realidad se activa y se sostiene.

Leer una carta natal no es mirar el cielo: es leer cómo se distribuyen esos doce principios dentro de una persona, evento o situación.

La rueda no dice quién eres. Muestra qué fuerzas organizan tu manera de estar en el mundo.

LOS SIGNOS ZODIACALES

Los signos son doce modos básicos de funcionamiento. Cada uno expresa una forma particular en que una energía se mueve, se organiza y se sostiene.

No hablan de personalidad. Hablan de tono. Cada signo muestra cómo se activa una función cuando pasa por ahí una energía (como un planeta) o se activa una zona (como una casa).

No son etiquetas ni tipos de gente. Son estructuras de movimiento: estilos de respuesta frente a la experiencia.

LOS 12 SIGNOS

Aries
Aries es impulso puro. Lo que aparece, aparece sin espera y sin referencia previa.

Tauro
Tauro sostiene lo que existe. Lo que afirma permanece estable y resiste sin alterarse.

Géminis
Géminis conecta y comunica. Traduce lo múltiple y pone ideas en circulación.

Cáncer
Cáncer protege lo sensible. Guarda memoria y sostiene lo que vibra desde adentro.

Leo
Leo irradia desde el centro. Expresa y muestra lo que es sin buscar aprobación.

Virgo
Virgo organiza y afina. Ajusta lo complejo, elimina excesos y establece claridad.

Libra
Libra equilibra fuerzas. Armoniza tensiones, ajusta lo desparejo sin borrar diferencias.

Escorpio
Escorpio sostiene lo esencial. Lo que no resiste, se transmuta o se disuelve.

Sagitario
Sagitario abre posibilidades. Expande horizontes, atraviesa límites para buscar sentido.

Capricornio
Capricornio define estructura. Delimita, da forma clara y hace tangible lo posible.

Acuario
Acuario libera y reorganiza. Rompe patrones establecidos y ofrece nuevas lógicas.

Piscis
Piscis integra lo diverso. Disuelve fronteras y une planos en una totalidad simbólica.

ELEMENTOS

Los elementos son como los ingredientes esenciales de todo lo que existe. No son sustancias físicas, sino formas de vivir y percibir.

  • Fuego: actuar, crear, empezar.

  • Tierra: concretar, sostener, formar.

  • Aire: conectar, pensar, circular.

  • Agua: sentir, recordar, contener.

Cada signo nace de un elemento, y cada función de la carta vibra desde una de estas formas de estar en el mundo.

MODALIDAD

La modalidad indica el tipo de movimiento de una energía. Es el ritmo o dinámica que toma una función cuando se activa.

  • Cardinal: impulsa, inicia.

  • Fija: sostiene, estabiliza.

  • Mutable: adapta, transforma.

Cada signo surge de la unión entre un elemento y una modalidad. Esa combinación le da su modo específico de operar.

LOS PLANETAS

Los planetas representan funciones vivas que operan dentro de cada ser o situación. No son objetos en el cielo ni figuras mitológicas. Son procesos que organizan la experiencia desde adentro.

Cada planeta cumple una función específica: algo que hacemos, sentimos o procesamos todo el tiempo.

El signo en el que se encuentra muestra con qué tono se activa esa función. La casa indica dónde se expresa con más claridad. El aspecto revela cómo se vincula con otras funciones internas.

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FUNCIONES PLANETARIAS – MAPA OPERATIVO

Sol
Función de coherencia. Organiza el centro desde donde se vive con sentido.
→ Cuando pasa por un signo, muestra cómo se busca ser uno mismo.

Luna
Función de registro emocional. Percibe, responde, protege, busca seguridad.
→ Muestra cómo se vive el vínculo con lo que nutre y lo familiar.

Mercurio
Función de traducción. Conecta datos, nombra, piensa, transmite.
→ Indica cómo se mueve la mente y cómo se procesa información.

Venus
Función de valoración. Atrae, elige, armoniza, disfruta.
→ Revela cómo se da y se recibe placer, afecto y belleza.

Marte
Función de impulso. Activa, defiende, desea, avanza.
→ Marca cómo se entra en acción y cómo se enfrenta lo que se interpone.

Júpiter
Función de expansión. Aumenta, busca sentido, proyecta posibilidades.
→ Indica dónde se confía, se crece y se abre el horizonte.

Saturno
Función de estructura. Delimita, sostiene, define límites y responsabilidades.
→ Muestra dónde se consolida algo y qué se exige para lograrlo.

Urano
Función de liberación. Interrumpe, diferencia, inventa, actualiza.
→ Activa la necesidad de cambio, ruptura o innovación en un área específica.

Neptuno
Función de disolución. Suaviza, confunde, une, disuelve fronteras.
→ Indica dónde se pierde forma para abrirse a lo simbólico o intangible.

Plutón
Función de transformación radical. Intensifica, elimina, regenera.
→ Señala el lugar donde operan procesos profundos de poder o muerte simbólica.

LAS CASAS ASTROLÓGICAS

Las casas son expresiones encarnadas del mandala zodiacal. Cada una manifiesta, en la vida concreta, una función estructural del signo con el que comparte posición en el orden natural del zodíaco (Casa 1 → Aries, Casa 2 → Tauro, etc.).

No representan “temas” (como dinero, pareja o trabajo), sino modos específicos en que las energías se despliegan dentro de la existencia. Son fractales operativos: el zodíaco encarnado en zonas funcionales de experiencia.

Cuando decimos que la Casa 10 es “la casa de la carrera”, solo estamos nombrando una de las formas visibles que puede tomar su estructura. Pero la Casa 10, como manifestación de Capricornio, habla de asumir posición, sostener lo que da forma, construir sobre lo visible.

Así, cada casa muestra un escenario táctico donde una función vital se activa, se prueba y se traduce en lo real.

LAS 12 CASAS – FRACTALES FUNCIONALES

Casa 1  (video)
El punto de arranque: cómo una energía entra al mundo.

Casa 2 (video)
Lo que se sostiene: la relación con lo propio, lo material y lo estable.

Casa 3 
El movimiento interno: cómo se conecta, circula y traduce la experiencia.

Casa 4 
La raíz emocional: desde dónde se construye pertenencia y protección.

Casa 5 
La expresión vital: cómo se afirma la singularidad y se irradia lo propio.

Casa 6 
El ajuste fino: cómo se organiza, se afina y se perfecciona lo cotidiano.

Casa 7
El punto de encuentro: cómo se equilibra la propia forma con la del otro.

Casa 8 (video)
La zona de transformación: lo que se comparte, se entrega, se muere y se regenera.

Casa 9
La expansión del sentido: cómo se explora, se proyecta y se articula un horizonte.

Casa 10 (video)
La construcción visible: cómo se estructura lo propio dentro del orden colectivo.

Casa 11 
La red simbólica: cómo se participa de sistemas mayores a uno mismo.

Casa 12 (video)
El borde de lo visible: cómo se diluye la forma y se accede a lo transpersonal.

LOS ASPECTOS

Los aspectos muestran cómo interactúan las funciones activas dentro de una carta. No indican si “se llevan bien” o mal. Indican cómo se influencian, se tensan o se potencian entre sí.

Un aspecto no representa un evento. Representa una relación: dos funciones que se encuentran y, en ese encuentro, generan movimiento, fricción, fusión o desafío.

Cada tipo de aspecto tiene su lógica. No es algo que “bloquea” o “ayuda”, sino una forma de conexión simbólica que organiza la experiencia.

ASPECTOS MAYORES – RELACIONES FUNCIONALES

Conjunción (0°)
Las funciones se activan desde el mismo punto. Se intensifican, se mezclan, se funden o se saturan.
→ Una sola voz con dos impulsos adentro.

Oposición (180°)
Las funciones se colocan en extremos complementarios. Se enfrentan, se reflejan, se tensan en polaridad.
→ Una función activa la otra desde el espejo.

Cuadratura (90°)
Las funciones se interrumpen o desafían. No se comprenden de forma directa. La tensión genera movimiento.
→ El roce no permite quietud: hay que encontrar forma nueva.

Trígono (120°)
Las funciones fluyen en resonancia. No se molestan, no se obligan. Se potencian sin presión.
→ Una energía facilita el camino de la otra.

Sextil (60°)
Las funciones colaboran si se activan. Es un canal disponible, pero no automático.
→ Hay afinidad, pero se necesita intención para usarla.

TRÁNSITOS PLANETARIOS

Un tránsito planetario ocurre cuando la posición actual de un planeta en el cielo forma relación con los elementos de una carta natal.
Tradicionalmente se interpreta como un activador: el planeta en tránsito toca una casa, un planeta natal o un ángulo, y despierta la temática asociada. Así, su efecto depende tanto del lugar que ocupa como de los aspectos que establece.

Pero los tránsitos también pueden entenderse como la presencia de fuerzas arquetípicas que se manifiestan en un momento específico. Cada planeta representa una energía universal —Saturno como límite, Urano como irrupción, Venus como vínculo, etc.— y al transitar, esas energías se intensifican en el campo simbólico de la experiencia.

De este modo, un tránsito no solo activa un punto personal, sino que abre una ventana temporal en la que cierta fuerza arquetípica está más disponible, ofreciendo una capacidad extra, un tono particular y una oportunidad de conciencia o acción que marca ese período.

CARTA NATAL

La carta natal es como una radiografía simbólica del instante en que comienza una vida. Muestra cómo estaban distribuidas las doce funciones arquetípicas en ese momento y lugar.

No dice quién eres ni lo que va a pasar. Muestra la estructura base desde la que percibes, eliges, repites y creas experiencia.

Podemos verla como el mapa interno desde donde se organiza tu forma particular de vivir. La semilla. Desde ahí se despliega todo lo demás.

REVOLUCIÓN SOLAR

La revolución solar es la carta que se calcula cada año, cuando el Sol vuelve al mismo punto que ocupaba al nacer.

No reemplaza la carta natal: la actualiza. Muestra qué zonas del mapa se activan con más fuerza durante ese año, qué funciones están bajo presión o en expansión.

No predice hechos. Indica qué energías internas estarán más disponibles para reorganizarse.

PROGRESIONES

Las progresiones no muestran lo que ocurre afuera, sino lo que cambia por dentro con el paso del tiempo.

Traducen el movimiento simbólico del tiempo vivido como maduración interna. No modifican la carta: la desplazan desde adentro.

Una progresión señala cómo una parte de tu diseño original empieza a operar de forma diferente. No habla del futuro externo, sino del cambio interno que se va gestando.

SINASTRÍA

La sinastría es el cruce de dos cartas natales para leer cómo se afectan entre sí.

No dice si una relación “funciona” o no. Muestra qué zonas se activan al encontrarse, qué funciones se tensan, qué historias se entrelazan.

Es el mapa de la interacción entre dos estructuras. No se trata de afinidad, sino de reconocimiento, fricción, transformación. Cada vínculo es un campo de movimiento compartido.

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