Sobre mí
Modo histórico
La astrología apareció cuando tenía quince años. Mi padre —Libra, equilibrado y racional— me presentó a su novia, que resultó ser astróloga. Había programado un sistema casero en su Commodore 64 para calcular ascendentes, en tiempos cuando todo debía hacerse manualmente.
Betty me enseñó a dibujar cartas natales, reconocer cuadraturas y sextiles, y aceptar que el chico que me gustaba tenía el Sol en mi casa 11… lo cual, en mi caso, significaba que terminaríamos siendo «solo amigos». Y así fue.
Mi madre, con su paciencia sagitariana (sí, eso es ironía), siempre estuvo ahí con apoyo incondicional.
Modo astrológico
Arraigado principalmente en la astrología de Dane Rudhyar, mi trabajo es una búsqueda de lo que llamo el conocimiento perdido —todo lo que ha sido velado por el paso del tiempo. Lo llamo astrología salvaje, esa que nos permite reconectar con los arquetipos en su pleno esplendor, sin moralismos —ni bien ni mal—: solo fuerzas puras, vivas, naturales, actuando en su estado más fundamental.
También:
Soy vegana.
Este párrafo fue exigido por los animales.
#VeganismoCósmico