Muchas veces, sin darnos cuenta, nos ensoñamos con historias mentales que, sin saberlo, van llenando nuestra aura de residuos negativos. Al mismo tiempo, estamos formando cordones etéricos con los individuos y situaciones hacia los que dirigimos nuestros pensamientos. Lo mismo ocurre con nuestras palabras. Cuando nos ponemos a conversar sobre otras personas, también creamos cordones. Muchos de los cordones etéricos que están prendidos de nuestra aura se han formado por los pensamientos o palabras de otros hacia nosotros. Si estos pensamientos o palabras tiene resonancia con nosotros, se forma un lazo etérico. Es por ello que muchas veces nos encontramos pensando en alguien sin saber porqué.

«Sé impecable con tus palabras»

La impecabilidad de nuestras palabras es el primero de los Cuatro Acuerdos Toltecas explicados por Don Miguel Ruiz. Este es un acuerdo que requiere disciplina y atención, ya que, no solamente necesitamos reeducar la manera en que nos expresamos sino que además necesitamos mantener nuestra mente limpia para no ser afectados por las palabras que escuchamos de los demás o los pensamientos que nos tienen como protagonistas .


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Las palabras captan nuestra atención, entran en nuestra mente y afectan la visión que tenemos de uno mismo, de los demás y de la realidad. Las palabras son mágicas y tiene poder sobre nuestra percepción.

La mente humana es como un campo fértil en el que continuamente se están plantando semillas. Las semillas son opiniones, ideas y conceptos. Tú plantas una semilla, un pensamiento, y éste crece. Las palabras son como semillas, ¡y la mente humana es muy fértil! El único problema es que, con demasiada frecuencia, es fértil para las semillas del miedo. Todas las mentes humanas son fértiles, pero sólo para la clase de semilla para la que están preparadas. Lo importante es descubrir para qué clase de semillas es fértil nuestra mente, y prepararla para recibir las semillas del amor.

Don Miguel Ruiz «Los Cuatro Acuerdos»

Hemos aprendido desde chicos a escuchar conversaciones en donde se dicen muchas cosas sin pensar. Incluso cuando no tengamos inclinación hacia los chismes, muchas veces criticamos a políticos u otras celebridades simplemente porque todo el mundo lo hace. Cuando hacemos esto, nuestro campo etérico comienza a resonar con formas de pensamiento afines. Es por esto que necesitamos prestar mucha atención a lo que decimos. Son nuestras palabras y pensamientos los que nutren el campo de resonancia del aura. Creo que todos hemos experimentado alguna vez que, si nos ponemos a pensar en algo lo suficiente, en poco tiempo esa idea permanece en nuestra mente de forma constante.


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Son nuestras palabras y pensamientos los que nutren el campo de resonancia del aura.

Como limpiar nuestra mente

Ya sean palabras o pensamientos, en ambos casos, lo que hemos dicho, escuchado o pensado crea una forma de pensamiento que permanece en nuestro campo etérico. La manera de deshacer esa «forma mental» requiere paciencia, compasión y práctica.

A veces vienen a nosotros de forma imprevista pensamientos negativos sobre algo o alguien. Esto puede ocurrir porque estamos recibiendo los pensamientos o palabras que se transmiten a través de los cordones etéricos que hemos creado con otras personas. La razón por la cual recibimos estos pensamientos es porque nuestra mente está abierta para ellos. Es decir… nosotros mismos la hemos nutrido con pensamientos similares en otras ocasiones. Cuando lo que pensamos no es lo que queremos manifestar en nuestras vidas, necesitamos hacer una limpieza mental. Para esto, tenemos que no caer en la tentación de nutrir los pensamientos que no queremos manifestar en nuestra realidad. Entonces, cuando aparecen, los dejamos pasar de largo, sin entrar en diálogo con ellos. Como dije antes, esto requiere paciencia.

Lo mismo ocurre con la manera en la que hablamos sobre nosotros mismos. Hemos aprendido desde niños a observarnos con autocrítica, sin ternura. Un buen ejercicio es tomar una foto de nuestra niñez y hablarle a ese niño o niña de la manera en que nos hablamos a nosotros mismos en el presente. Es así como le hablarías? Si no… cómo lo harías?

Lleva unos 30 días crear un nuevo hábito. Practicando impecabilidad mental y verbal todos los días por un mes limpiará nuestra aura de las formas de pensamientos que no correspondan con lo que estamos nutriendo a nuestra mente. Si la nutrimos con chismes o pensamientos de autocrítica, rechazaremos lo productivo, lo positivo, lo próspero… por ser discordante con nuestra energía más activa. Si en cambio, nutrimos a nuestra mente con nuestros proyectos, nuestras metas, las cosas que amamos, etc., nuestra mente dejará de captar lo que no corresponda a la energía de la prosperidad y el amor. Ella comenzará a recibir ideas que estén alineadas con aquello que queremos experimentar, crear, vivir. Y poco a poco, los cordones etéricos que hemos formado inadvertidamente con personas o circunstancias que no correspondan con esta energía se disolverán para siempre y dejarán de presentarse en nuestras vidas.

También puedes usar afirmaciones. Muchas veces creemos que no sirven porque las palabras que decimos no resuenan con lo que sentimos. Sin embargo, cuando repetimos afirmaciones seguido, tarde o temprano comienzan a hacer resonar partes nuestras que están latentes. Otra opción es practicar dejar la mente vacía completamente de pensamientos. De esa manera, nos abrimos a la posibilidad de recibir la información que necesitamos sin interferencias.

Lo importante es saber que lo que pensamos, creamos. Así que, cuida tu mente con amor. Conviertela en un oasis. Desmantela lo que no te ayuda a prosperar en la vida. No te unas a los chismes. De esa manera, tu aura se mantendrá cristalina, limpia, sana. Y comenzarás a atraer a tu vida lo que tu aura refleja.

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