En Astrología, tanto Urano, Neptuno como Plutón definen grupos generacionales, ya que al ser planetas muy lentos, permanecen en un mismo signo por varios años. Cada vez que uno de estos planetas entra en un nuevo signo, comienza una expansión de la consciencia colectiva que irá transformando a la sociedad, a la cultura.
Cuando nacemos con algunos de estos planetas en los primeros grados de un signo podemos llegar a sentir que no pertenecemos a nuestra generación. Esto ocurre porque estamos al comienzo de una nueva ola generacional de la cual somos los primeros en atravesarla. Esta influencia se sentirá más fuerte si el planeta transpersonal entra en aspecto con un planeta personal. En este caso, esta influencia será sentida de una manera personal. Si esto no es así, viviremos los efectos generacionales de una manera más inconsciente (por lo menos hasta que sea activado por una progresión o tránsito). En todo caso cuando nacemos con alguno o varios de los planetas transpersonales entrando en un nuevo signo somos los iniciadores de una nueva conciencia que tiene que ver con aquello que es signo represente. Es posible que individuos que nazcan con esta configuración Tengan dificultades en comprender o en ser comprendidos por aquellos que tienen al planeta transpersonal en el signo anterior. Y por esto pueden estar mucho tiempo tratando de comprender cómo relacionarse con el mundo que existe hasta que llegue el momento en que descubran que lo que tienen que hacer es crear una nueva perspectiva… Preparar el terreno para aquellos que nacerán en los próximos años.
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Cuando los planetas transpersonales se encuentran dentro de los primeros 5° de un signo, la brecha generacional empieza a dejar de sentirse ya que los valores representados por el signo que están transitando comienzan a ser parte de nuestra vida cotidiana, especialmente cuando nos relacionamos con gente que tiene una edad aproximada a la nuestra.
Si cuando un planeta en los primeros grados de un signo llega una tierra inexplorada, cuando se encuentra en los últimos grados ya está identificado con las características del signo y los toma como si fuera parte de sí mismo. Todos los planetas que transitan los últimos grados de un signo se encuentran en la misma situación, pero los planetas transpersonales lo viven de una manera más drástica. Cuando un planeta transpersonal está al final de un signo se encuentra muy cómodo en la sociedad a la que pertenece pero no puede evitar sentir que hay una nueva energía que se aproxima. Este cambio puede producir cierta ansiedad interna. Lógicamente podemos deducir que los últimos grados de un signo corresponden a la integración de las características de este signo. El signo siguiente representa la consecuencia del proceso evolutivo del siglo anterior. De alguna manera un planeta que se encuentra en los últimos grados de un signo necesitará utilizar todo aquello que ha aprendido para poder enfrentar a la nueva ola generacional que se encuentra en el umbral de su conciencia. Quizás lo más problemático sea la identificación con el consciente e inconsciente colectivo representado por el planeta transpersonal.
Cuánto tardan los planetas transpersonales en atravesar un signo?
Urano | aprox. 7 años |
Neptuno | aprox. 13 años |
Plutón | aprox. 20 años |
Cuando vemos el tiempo que tardan los planetas transpersonales para dar una vuelta alrededor del Sol, notamos que Urano cambia tres veces de signo durante el tiempo que Plutón transita sólo uno. La franja generacional representada por Plutón contará con tres sub-generaciones uranianas. Habrá tres formas diferentes de expresar la individualidad (Urano) que Pasarán por el mismo proceso de transformación (Plutón). Y Neptuno, que tarda 13 años en atravesar un signo, actúa como catalizador de integración dentro de la generación representada por Plutón.
Es una maravilla la estructura de la evolución cuando la observamos desde el punto de vista astrológico. Es muy difícil notar estos cambios desde el momento presente. Nuestras primeras nociones de relación las aprendemos de nuestros padres quienes generalmente pertenecen a otra generación. Esto es muy útil para poder tener conciencia de separación: si no hubiera diferencias generacionales con nuestros padres sería difícil concebir el «yo», ya que no habría contraste. Pero esto también provoca la creencia de que hay sólo dos perspectivas existentes en el mundo – al menos durante los primeros 30 o 40 años de vida. Cuando empezamos a relacionarnos con individuos de todas las edades descubrimos que muchas facetas de nuestra personalidad son partes de un ser colectivo, y así descubrimos las características de nuestra generación. Ese es el primer paso para descubrir nuestra individualidad como grupo y lograr la integración con el resto.
El universo ha estado en equilibrio durante toda nuestra existencia y nuestra carta natal nos muestra como se veía el cielo en el instante de nuestro nacimiento. La posición de los planetas tal como se ven en nuestra carta natal reflejan de ese equilibrio.