El agua como fuerza elemental es receptiva. El agua no tiene Voluntad, fluye a través del camino de menor resistencia. El agua entra en relación con todo lo que toca. Se adapta al entorno y el entorno comienza a ser modificado por él. Lo vemos en océanos, cascadas, lagos, ríos, fuentes.
¿Por qué el agua ha sido asociada con las emociones? Los antiguos entendieron que nuestro cuerpo emocional es como un cuerpo de agua. Y para aquellos que son lo suficientemente sensibles, toda la atmósfera es, en cierto modo, un océano por donde viajan todas las emanaciones de lo que está vivo.
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Como elemento receptivo, el agua recoge información. Esta información no pasa por nuestra mente. Simplemente baña todo nuestro ser. La inteligencia de nuestro cuerpo emocional es fundamental para entender lo que recibimos de estos intercambios. Para desarrollarlo, primero debemos deshacernos de todo condicionamiento social diseñado para dirigir o suprimir emociones. Las emociones son información. Cuando tenemos represiones emocionales, no significa que no estemos sintiendo lo que suprimimos. Solo significa que suprimimos la conciencia de lo que sentimos. No podemos evitar recibir la información que trae la afluencia emocional y tampoco podemos dejar de emanarla. El agua siempre fluye. Incluso los lagos fluyen … cuando su agua se evapora en el calor del sol, precipitará como la lluvia en otro lugar.
Lo más importante que hay que entender sobre el agua es que no tiene una intención. Como dije antes, el agua recoge información. Es nuestra reacción interna lo que genera una consciencia de lo que estamos sintiendo, y el contenido de esta cognición depende de nuestras circunstancias particulares. Por eso el agua es clave para la autoconciencia. Cuando dejamos que nuestras emociones fluyan, cada sentimiento que surge en nosotros nos habla sobre el significado que estamos dando a lo que sentimos. Es por esto que el elemento Agua se ha asociado tradicionalmente con la memoria, aunque los recuerdos son en realidad el resultado de experiencias que dejaron una huella en nuestra mente. A medida que el agua recopila información, nuestra receptividad emocional puede despertar esos recuerdos solo por asociación a experiencias pasadas. Sería más exacto decir que el agua despierta nuestro inconsciente, lo que nos permite hacerlo consciente para que podamos actualizar estos recuerdos, infundiéndolos con nuestra conciencia actual.
Cuando nuestro sistema emocional fluye libremente, sin represiones ni bloqueos emocionales creados por experiencias traumáticas, el cuerpo emocional se convierte en una biblioteca viva y un sensor muy sofisticado. Nuestra capacidad relacional se expande. Los mensajes de nuestro corazón son claros y nos conectamos con todos los seres vivos. El mundo emocional ha sido muy poco explorado. De hecho, ha sido ampliamente ignorado, devaluado y oprimido desde milenios. Lo poco que sabemos tiene más que ver con la investigación para curar los trastornos de la personalidad. Poco sabemos de sus capacidades. Con el tiempo, esto cambiará a medida que el ser humano expanda su conciencia y deje atrás los sistemas de creencias que crean las prisiones mentales y emocionales. Mientras tanto, debemos reconocer nuestras limitaciones. La humanidad sufre de disociación cognitiva en muchas áreas (especialmente con respecto a los animales que se utilizan para el consumo). Ignoramos el horror por el que pasan estos pobres seres porque no queremos sentirlo. El bloqueo emocional que creamos cada vez que evitamos sentir algo que no nos gusta, es que los cecomes se convierten en terreno de enfermedad mental. El elemento agua crea una relación, no una separación. Mientras controlemos lo que queremos sentir, nuestro sistema emocional continuará bajo la tiranía de un sistema de creencias que no es compatible con nuestra verdadera naturaleza y permanecerá en un estado subdesarrollado. Trabajar para curar la disociación cognitiva requiere mucho esfuerzo, ya que tenemos que atravesar muchos miedos, aunque la mayoría se vienen arrastrando desde la infancia. Pero es la única manera de sentirse 100% vivo.
Abrir las compuertas de lo emocional no significa dejar de tener preferencias personales. Simplemente es permitirse sentir. Sentir crea conciencia. Y es a través de la conciencia que podemos tomar decisiones que producen progreso.